jueves, 14 de abril de 2011

Villa 31 – #Argentina y la #indigencia.

El País que no queremos ver! 

Para comprender el porqué de los asentamientos, y la pregunta que tantos argentinos se hacen a diario ¿Cómo puede esta gente vivir así?  Basta con dar un paseo por las provincias argentinas para darse cuenta, del porque viene la gente del interior a la Capital Federal.




Como viven estas personas en sus provincias? 

En las provincias más pobres, las condiciones de vida son inaceptables, casas de cartón, adobe  paja o chapa, sin agua potable, sin gas, sin luz sin tel, sin asistencia sanitaria, sin ropa, sin comida y sin gente a quien poder pedirle ayuda.
Resulta casi imposible imaginar que las provincias pueden ser una gran cárcel, de la cual algunos tratan de escapar, a como dé lugar, para soñar con un mundo de oportunidades.  
Escapar a Buenos Aires, la Capital.   Pero….ahí hay que vivir en una Villa!
El único desafío nuevo que representa la Villa para un inmigrante de la provincia, es la violencia y los delitos que la rodean, el resto  es como estar en casa, hace muchos años que viven así!

  • Quien  cuida y se preocupa de ellos?
  • Quien cuida y se preocupa de las comunidades de habitantes originarios.
  • Cuantos niños murieron por desnutrición en estos últimos 30 años?
  • Acaso no resulta un genocida, el corrupto enriquecido, miserable apropiador del destino e ilusiones de quienes lo votaron para velar por su bienestar y sus derechos?
  • Acaso no son culpables aquellos detestables voceros de la impunidad?
Diríamos sin temor a equivocarnos que la misma realidad se vive en países vecinos, como ser Paraguay, Perú, Bolivia. Grandes masas, inmigrantes provenientes de estos países y que una gran cantidad, habitan las Villas en la Argentina.  Una Inmigración que debería ser más educada, con quien le brinda la posibilidad de vivir en su casa.

Causas bochornosas.
Vivimos en un país federal, con un régimen de concentración de poder, del gobierno central,  las provincias dependen en casi su totalidad del presupuesto asignado por la Nación para poder afrontar los gastos públicos provinciales. La discrecionalidad con que se utilizan los fondos del Estado Nacional, son igualmente injustos al manejo que hacen los gobernadores provinciales con  su gente.
Teniendo en cuenta que en las  provincias no existe una justa redistribución de la riqueza, sumado a ello la gran corrupción enquistada desde hace décadas,  empleados dependientes  del Gobierno Provincial y la economía regional es controlada por el Sr. Feudo, que en la mayoría de las provincias más pobres, la solución pasa por ser empleado público.  Estados provinciales improductivos  que viven y  subsisten en algunos casos por la explotación de recursos naturales (aquellos que los tienen) y que la rentabilidad de dicha actividad no llega a los ciudadanos.


ESO SI,   NO ME TOQUEN A LOS POBRES,  POR QUE, SON MIOS, DE ELLOS ME ENCARGO YO!!

FUENTE: Yuyo Marini – Periodista Argentino

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